Quizá hace mucho tiempo me hice la siguiente pregunta: ¿Cuándo tenga hijos en que colegio estudiaran?, y es probable que en ese momento no le haya dado mucha importancia a la respuesta, pero cuando se llegó el día de tomar esa decisión, la cual no se podía dejar a la ligera, no lo dudé en ningún momento, mi única hija estudiaría en un Colegio donde primen los valores, por eso escogí mi colegio “Nuestra Señora de la Consolación”, que mejor referencia podría yo tener sobre un colegio, si yo misma lo había vivido, y considero que tuve la formación académica y en valores que se requieren para ser una persona de bien y útil para la sociedad.

 

Y hasta ahora creo no haberme equivocado con esta decisión, mi hija es una niña bien educada en los principios católicos y académicamente se destaca.  El colegio ha sido fundamental en su formación, pues todos los procesos que ella ha podido vivir, como lo es la infancia misionera y la realización de su primera comunión, han fortalecido su fe en Dios y así lo demuestra hacia las personas que nos encontramos a su alrededor. 

 

Soy una madre que piensa que la “Formación como persona”, no se hace solamente en el colegio, el hogar es fundamental para que un niño sea un adulto de bien, pero creo que el Colegio de Nuestra Señora de la Consolación, hace un muy buen trabajo, inculcando valores en la vida de nuestras hijas.

Carolina Castaño G.